Con mucho
aumento en jóvenes activos en su vida sexual, las enfermedades de transmisión sexual (ETS), la mayoría son tratables y si se
manejan a tiempo posiblemente curables según su gravedad, excepto el virus de
la inmunodeficiencia humana (VIH),
VIH puede diseminarse a través del uso de agujas
contaminadas o, más raramente, a través de la transfusión de sangre,
generalmente es transmitido por contacto sexual. El virus está presente en el semen
y las secreciones vaginales y penetra en el cuerpo de una persona a través de
pequeñas lesiones que pueden aparecer en los tejidos vaginal o rectal durante
la actividad sexual. La transmisión del virus ocurre solo tras un contacto
íntimo con sangre infectada, semen o secreciones vaginales. Existen algunos
casos de transmisión del VIH a profesionales sanitarios por medio del pinchazo
con una aguja.
Papiloma virus es una de las enfermedades
de transmisión sexual más frecuentes e importantes. Con variantes del virus de papiloma humano (VPH), entre ellas se encuentran las de “bajo
riesgo” (son las cepas 6 y 11, responsables de las verrugas anogenitales) y las
de “alto riesgo” (son las cepas 16, 18, 31 y 45, responsables de displasia y
cáncer de cuello uterino, ano, pene y vulva). Sin embargo, lo más frecuente es
que cualquier tipo de infección por el VPH curse de forma asintomática.
Se pueden
distinguir diversas situaciones en las que se puede producir el virus del
papiloma humano:
Infección latente:
Se determina
por la presencia del ADN del virus, pero no da síntomas ni causa lesiones en el
cuello uterino.
Infección subclínica:
No da
síntomas pero sí se visualizan imágenes de alteración de las células del cuello
uterino (displasia, carcinoma in situ), que se pueden ver mediante la
citología.
Infección clínica:
1.
Condilomas: son verrugas localizadas en los
genitales, que pueden ser pequeñas, o alcanzar un gran tamaño. Son dolorosas a
la palpación, grises o rosáceas, y producen picor. Después de la infección
latente, estas lesiones son lo que más frecuentemente aparece en la infección
por el VPH.
2.
Carcinoma invasivo: normalmente se produce tras
muchos años de infección, y suele desarrollarse sobre zonas con displasia
previa. Aunque antes se pensaba que era una infección de por vida, se ha visto
que se puede dar también una resolución espontánea, probablemente debido a la
acción del sistema inmunitario del paciente. Igualmente, es muy frecuente que
permanezca en estado de latencia, dando lugar de vez en cuando a recidivas. Si
hay infección por una cepa determinada, se puede producir también la infección
por otras cepas distintas.
Diagnóstico del VPH
El papiloma
virus se diagnostica por la clínica en el caso de los condilomas, y por la
citología para ver si hay alteración de las células del cuello uterino.
Tratamiento del VPH
Los
condilomas se pueden tratar con crioterapia
(con nitrógeno líquido), con crema de imiquimod al 5%, con resina de
podofilino al 10-25%, con ácido tricloroacético, con láser y otros métodos.
En el caso de
displasia o carcinoma habría que realizar una biopsia, y la decisión del tipo
de cirugía a emplear dependería del estadio de la enfermedad.
Prevención del VPH
El virus del
papiloma humano se puede prevenir mediante la vacunación, que se administra en
tres dosis a las niñas de 14 años. Se recomienda también a mujeres de mayor
edad.
Hay dos tipos
de vacunas: una de ellas cubre las cepas 6, 11, 16 y 18, y la otra cubre las
cepas 16 y 18; ambas han demostrado su eficacia.
http://www.medicina21.com/Articulos-V1257-Signos_y_sintomas_de_las_enfermedades_de_transmision_sexual.html
http://www.webconsultas.com/enfermedades-de-transmision-sexual/papiloma-virus-517
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